REDACCIÓN NACIONAL
Bogotá, 14 de noviembre de 2025
En una decisión sin precedentes que reconfigura el mapa ambiental de la región, el gobierno de Gustavo Petro declaró que el territorio del bioma amazónico bajo soberanía colombiana será considerado una Reserva de Recursos Naturales Renovables, excluyendo en su totalidad cualquier actividad de gran minería e hidrocarburos.
Puntos clave de la medida:
Se protege un área de más de 483 000 km², lo que representa cerca del 42 % del territorio continental de Colombia y alrededor del 7 % de la Amazonía suramericana.
Los departamentos incluidos en esta declaratoria son: Amazonas, Caquetá, Guaviare, Guainía, Putumayo y Vaupés.
La resolución se anunció durante el encuentro de ministros de ambiente de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) en el marco de la COP30.
La ministra encargada, Irene Vélez Torres, afirmó que “la selva es una sola, los ríos no tienen fronteras y la vida tampoco. Cuidar la Amazonía no es un sacrificio económico, es una inversión ética en el futuro de la región y de la humanidad”.
¿Por qué es importante?
Marca un hito en política ambiental latinoamericana: Colombia se convierte en el primer país de la cuenca amazónica que protege en su totalidad su porción del bioma frente a grandes explotaciones extractivas.
La región amazónica alberga una riqueza vital en biodiversidad (más del 10 % de las especies de plantas conocidas del planeta), regula el clima y el ciclo del agua que impacta a millones de personas. Su degradación tiene efectos globales.
Desde el punto de vista socio-territorial, significará mayor protagonismo de comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes en la protección del ambiente, pues son quienes han habitado históricamente esa zona.
Los retos que vienen
Aunque la declaratoria es contundente, el desafío de implementación es alto: la zona afectada tiene presencia de solicitudes mineras activas y bloques de hidrocarburos ya instalados.
Será clave definir mecanismos de seguimiento, fiscalización y sanción para impedir que se reanuden o inicien actividades extractivas prohibidas.
Se abre la necesidad de diseñar modelos de desarrollo alternativo para las comunidades locales, que aseguren empleos, bienestar y conservación del bosque.
La anunciada “Alianza Amazónica por la Vida” que Colombia propone a los países de la cuenca, requerirá coordinación internacional intensa para que la protección sea realmente transfronteriza.
Conclusión:
Con esta decisión, Colombia protagoniza una apuesta audaz por la conservación, el futuro ambiental y la justicia ecológica. La medida no solo cambia la relación con el territorio, sino que lanza un desafío tanto al sector extractivo como a los esquemas tradicionales de desarrollo. El tiempo mostrará si esta protección se traduce en acción efectiva y en transformación real para las regiones amazónicas del país.
Fuente: Ministerio de Ambiente.
